La sociedad de las tentaciones

La sociedad de las tentaciones.

Se extinguió el amor.

Murió el compromiso.

Nadie recuerda ya la lealtad.

Por desgracia, los culpables de que esto suceda somos solo nosotros. Vivimos en la sociedad de las tentaciones, en un mundo donde lo perenne es castigado ante lo caduco, lo efímero, lo desechable.

Tu valor es tan alto, como tu velocidad para aportar placer en el menor periodo de tiempo y, solo si, deshacerse de ti a posteriori es gratis.

¿Cuándo fue la última vez que reparaste algo, qué peleaste por un amigo, familiar, pareja? ¿Cuándo fue la última vez que deseaste no tener algo nuevo?

Eres un ser de consumo que consume, ya no eres humano.

No quiero entrar en juicios morales de si, la vida era mejor o peor antes ya que, el bien o mal es contingente y no tiene sentido en el vacío, pero si me preguntáis mi opinión personal, a mi el mundo de hoy en día, me genera repulsión, rechazo e incluso asco.

Poco a poco, nos hemos convertido en Narciso pero, no dudamos en lanzarnos a nuestro reflejo y morir, pese a que sabemos que no deberíamos, pese a que vivimos en un momento donde nuestra relación más duradera es con los ansiolíticos y los antidepresivos; creemos que el haber convertido al otro en un objeto de consumo, no nos afecta ya que, ese otro tiempo atrás, dejó de ser humano, para ser un objeto más del catálogo vital.

¿Acaso podemos solucionar dicha interrelación que se ha generado? Yo, personalmente no tengo mucha esperanza en que vayamos a ver un cambio sustancial en dichas conductas y/o hábitos de comportamiento mas, si creo que cada un@ en nuestra entorno, podemos aportar nuestro granito de arena.

Cuestiónate tus relaciones, ¿eres buen amig@, pareja, padre, madre, hij@, etc... o realmente tus relaciones interpersonales son utilitarias y solo las sostienes porque obtienes un beneficio de ellas? Si te incomoda la pregunta o no crees que necesites hacértela, lo más probable es que seas parte del problema (Como todos, en cierta medida). Aunque si te sirve de consuelo, lo importante no es ser parte o no del problema, si no ser consciente de que existe una relación interpersonal habitual horrenda y que debemos cuestionarnos cuál es nuestro papel en todo esto.

En la sociedad de las tentaciones, Narciso muere aun sin verse reflejado en el agua.